Las variantes se clasifican en dos grupos: las de preocupación y las de interés. Hasta el momento, en el primer grupo están la Alpha, identificada en diciembre de 2020 en Reino Unido; la Beta, encontrada en Sudáfrica en mayo de 2020; la Gamma, asociada a Brasil desde noviembre de 2020, y la Delta, hallada en India desde octubre de 2020.
En tanto que entre las de interés, están la Eta, la Iota (Estados Unidos, noviembre 2020), la Kappa (India, octubre 2020), la Lambda (Perú, diciembre 2020) y la Mu (Colombia, enero 2021). Esta última causó conmoción luego de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalara que también fue identificada como B.1.621 y presentaba mutaciones que podrían indicar un riesgo de “escape inmunitario” o resistencia a las vacunas.
Bautista Arteaga explica que las variaciones son mutaciones que tiene el virus y que le pueden conferir capacidades en tres grandes rubros. El primero es que se transmita más en comparación de la variante base. El segundo es que enferme más; es decir, que sea más virulento, y que “le pueda dar vuelta” a la vacuna o tratamiento para prevenir la enfermedad, pero hasta el momento ninguna –ni siquiera las de preocupación– cumplen esta característica.
Respecto a la Mu, señala que hay datos que permiten tener esta hipótesis de “escape inmunitario”, pero los datos todavía no son contundentes como para decir que deja de ser de interés y se convierte en preocupación, y que “pueda brincar la capacidad de protección de una vacuna”.
“De manera afortunada, a la fecha han clasificado porque se transmiten más rápido o enferman más, pero no porque le hayan dado vuelta a la vacuna”, insiste, al señalar que hasta el momento ninguno de los fármacos, ni siquiera los de preocupación, cumplen con esta característica que pierdan la capacidad de protegernos.
Hoy las vacunas siguen funcionando ante las variantes y tan siguen funcionando que se ha visto una disminución en la mortalidad".
Josué Bautista, presidente de la AMFV